Con la caída en picado del turismo y el cierre de hoteles, las mujeres que se encargan de la limpieza de las habitaciones de hotel, las conocidas como ‘Kellys’, atraviesan una situación cada vez más precaria. Muchos de sus contratos han quedado suspendidos y las que trabajan se ven obligadas a aceptar salarios de 2 euros la hora o incluso menos.
Ángela Muñoz, portavoz de la asociación ‘Las Kellys’, asegura que “venimos denunciando desde que nos organizamos en 2016, que estamos externalizadas, y trabajamos por producción. Hay que hacer 400 habitaciones en un mes para llegar a una nómina de 800 euros. Con contratos por obra y servicio, precarios y eventuales, que han hecho que ahora se hayan quedado compañeras fuera de los ERTES”.
Muñoz destaca que “al final echas muchas horas que no cobras y que no cotizas. Esto también repercute mucho en la salud”.
“Por todo ello reclamamos cambios legislativos, porque es un trabajo estructural que no se puede externalizar, ya que las habitaciones venden habitaciones limpias y eso es cesión ilegal Estamos discriminadas y explotadas y pierdes el 40% del salario con el resto de tus compañeras. Estamos pidiendo que se nos reconozca también como trabajo penoso, para que se pueda tener acceso a una jubilación anticipada en la que se reconozcan las enfermedades como profesionales”, reclama la portavoz de la asociación ‘Las Kellys’.