El 43 Grupo, así es como se conoce la unidad de pilotos y aeronaves apagafuegos del Ejército del aire.
Bajo el lema 'Apaga y vámonos' esta unidad está preparada para actuar en cuanto se la necesita, los 365 días del año.
El 43 Grupo es fundamental en las tareas de extinción de incendios en todo el territorio nacional. Su actuación ha sido clave para acabar con algunos de los incendios recientes más importantes, como el que ha tenido lugar en la zona de Las Hurdes este pasado mes de mayo.
ESTADO DE ALERTA PERMANENTE
Las 18 aeronaves que forman este 43 Grupo se encuentran en un estado permanente de alerta. Dos de estos aviones están ubicados en la base de Torrejón a lo largo de todo el año.
A lo largo de la campaña de alto riesgo por incendios llegan a poner en el aire hasta once aeronaves, lo cual les permite prestar su apoyo en todo el territorio nacional en menos de una hora.
La formación constante, el duro entrenamiento y la pericia de los pilotos hacen que esta unidad sea fundamental en la lucha contra el fuego.
NAVES ANFIBIAS
La principal característica de las aeronaves que forman el 43 Grupo es que son naves anfibias.
Estas aeronaves anfibias se diferencian de los hidroaviones en que tienen la capacidad de actuar tanto sobre el agua como en tierra, lo cual les da mucha flexibilidad a la hora de recargar el agua necesaria para apagar los incendios.
Esta característica es especialmente importante en casos de climatología adversa o si la situación de la balsas del agua no se encontrase en condiciones óptimas para efectuar la recarga.
Las aeronaves del 43 Grupo entran en el agua a una velocidad de unos 120 kilómetros por hora, lo cual les permite cargar 3000 litros de agua en cada uno de sus dos depósitos en tan solo doce segundos.
REVISIÓN DIARIA
Las aeronaves del 43 Grupo se revisan a diario para comprobar que están en perfectas condiciones para poder así actuar con la máxima rapidez si es necesario.
La revisión es llevada a cabo tanto por personal de tierra, un equipo de mecánicos que comprueban que todo está en perfecto estado, como por los propios pilotos, que siempre dan un último repaso antes de ponerse en vuelo.
España es además pionera en la configuración de la tripulación. Aunque el avión está diseñado para ser tripulado únicamente por un piloto y un copiloto, España incluye tres tripulantes. La tripulación queda complementada con un mecánico de vuelo que ayuda a gestionar las tareas en la cabina y aporta una mayor seguridad.