Hasta aquí llegan una docena de objetos al día: aparatos electrónicos, regalos y hasta zapatos. Pero antes de que acaben en esta sala, estos objetos deben pasar 3 ó 4 días en las estaciones donde fueron encontrados, para que la persona que los perdió pueda recuperarlos fácilmente y no tenga que desplazarse hasta la otra punta de la ciudad para recuperarlos.
Si nadie los reclama en este tiempo se envían a la Oficina de Objetos Perdidos de Metro de Madrid, donde permanecerán un total de 21 días. Las tarjetas del abono transporte son lo que más se pierde. Representan el 50% de los objetos que llegan a esta ofician. Si nadie las reclama, se envían al Consorcio Regional.
Los objetos personales suelen terminar en objetos perdidos del Ayuntamiento de Madrid. La documentación personal se envía a comisarías o a embajadas. En época de exámenes lo que más se extravían son apuntes. Por su parte, cuando llega la temporada estival, lo que más llegan hasta estas oficinas son gafas de sol.
Lo más perdido
Pero lo que más pierden los madrileños es, sin duda, el abono transporte. Más del 50% de los objetos que reciben corresponden a estas tarjetitas rojas que permiten al viajero desplazarse, con total libertad, por todo el territorio de la Comunidad de Madrid.
Reclamaciones online
Si no puedes acércate a la oficina, puedes entrar en el apartado ‘Atención al cliente’ de la página de Metro de Madrid y rellenar un formulario en él que se tiene que facilitar tus datos personales, añadir una categoría y una pequeña descripción del objeto extraviado, especificar la fecha y hora aproximada en la que puedas haberlo perdido y la estación de origen y de destino de tu viaje.
Lo más extraño que nos hemos olvidado
La pérdida de objetos ha dejado historias "curiosas" en el suburbano como un viajero que se dejó un billete de avión a Alemania y que gracias al personal de Metro, que se lo llevó a la T-4 del aeropuerto de Barajas, pudo coger a tiempo su vuelo.
Otra de las historias singulares fue la protagonizada por un sacerdote que se olvidó una mochila con todos los elementos necesarios para oficiar una misa (entre ellos una estola y un breviario), que también pudo recuperar.
Muletas, esquíes, un sujetador, una silla de ruedas, una bicicleta, unas flechas y hasta ¡una dentadura postiza! podemos encontrar en esta oficina de objetos perdidos, como nos cuenta Rafael Villa, responsable de logística de Metro de Madrid.