El sector de los apicultores está en pie de guerra para defender la miel española. Por un lado denuncian la fuerte competencia de la miel china, que se vende a un euro y medio frente a los cuatro de la miel española.
Pero además están asfixiados por el precio del gasoil, para el que ya no tienen las ayudas del Gobierno. Por si fuera poco, este año Alemania, tradicional importador de miel española, ha optado por importar de Grecia y de Turquía.
Competencia china
La miel china se vende a 1,5 euros, frente a la española a 4 euros. Esta competencia está llevando a la ruina a los apicultores. A la lucha con el precio hay que sumar el descenso de la producción al 50% en la última campaña por el calor y la sequía del pasado verano.
Los costes de producción son muy elevados por la subida del gasoil y ni siquiera llega a venderse por la fuerte competencia de la importada de terceros países. Están asfixiados y se han quedado fuera de las ayudas articuladas para paliar las crisis derivada de la guerra en Ucrania.
El problema este año es que Alemania, tradicional importador de miel de España, se ha decantado por Grecia y Turquía.
Hablamos con Iván, un apicultor que defiende la idea de que no hay tanto que demonizar a la miel que viene de fuera, sino defender las bondades del producto local y de proximidad.
En breve tienen previsto iniciar movilizaciones en su sector en toda España.