Enrique Ossorio, consejero de Educación, Universidades y Ciencia de la Comunidad de Madrid y portavoz del Gobierno, ha criticado en una entrevista en Buenos Días Madrid de Telemadrid, el bono cultural que el Gobierno de Sánchez dará a los jóvenes. “El año antes de las elecciones les dan a los jóvenes un bono cultural y no se dan cuenta de que están jugando con ellos, se están riendo de ellos, les están comprando el voto”, ha señalado.
A su juicio, “lo que quieren es que no haya una juventud crítica. Ellos quieren a alguien que coja los 400 euros y vote a Pedro Sánchez”. El consejero ha destacado sobre la Ley Celáa que “sobre todo perjudica a la Enseñanza pública y a la calidad de la enseñanza”.
Ha señalado Ossorio que la Ley Maestra de la Comunidad de Madrid no está hecha en contraposición sino para defender los principios de “calidad, igualdad de oportunidades y libertad de elección de los padres de los centros educativos”.
En cuanto a la petición de Vox de gratuidad, asegura que "Ya existe gratuidad en la enseñanza y la que pide Vox para los centros privados costaría 760 millones de euros".
Defender la calidad, la igualdad y la libertad
Sobre la Ley Maestra que se prepara en la Comunidad para contrarrestar los efectos negativos de la Ley Celáa, señala Ossorio que “hemos intentado implantar tres principios: Calidad, igualdad de oportunidades y libertad de elección de los padres de los centros educativos, y han tenido éxito. Ahora dentro del margen que nos da la Ley Celáa, hemos hecho una ley ordinaria que intenta defender esos principios, no contraponer con el Gobierno. Queremos que esos principios que han tenido éxito en Madrid y que han sido revalidados por los madrileños, elección tras elección, sigan existiendo”.
Afirma al respecto que “si yo hubiese querido contrarrestar la Ley Celáa hubiese derogado todos estos despropósitos. Dentro del margen, y sin incurrir en inconstitucionalidad, intentamos que esos principios se sigan aplicando en la Comunidad de Madrid”.
La gratuidad cuesta 760 millones
Sobre el apoyo de Vox a esta Ley dice Ossorio que “ellos han presentado unas enmiendas razonables, porque ya nosotros publicamos unas normas para que los padres para elegir el centro sepan todo sobre él. Y las enmiendas que ha presentado Vox van en esa dirección, para dar mucha información a los padres. Sólo hay un tema, el que habla de la objeción de conciencia de los padres, ya que en Educación no existe objeción de conciencia. El currículo que se determina a las comunidades, los padres no pueden decir que su hijo no lo va a cursar”.
Quieren gratuidad en centros privados
Sobre la petición de Vox de la gratuidad en las fases educativas que no son obligatorias, manifiesta Ossorio que “el problema es económico porque cuesta 760 millones, pero es que, además, en esas fases ya existe gratuidad como en los de 0 a tres años, y aquí en la comunidad hasta bachillerato en nuestros centros. Lo que quieren es que sean gratuitos hasta para las personas que llevan a sus hijos a centros privados. Y el dinero público, aunque la vicepresidenta Calvo dijo que no era de nadie, es de alguien de los que pagamos los impuestos”.
La regla de tres y el ‘enfoque socioemocional’
Sobre el borrador de la nueva ley de educación dice que “lo que ha llegado es el currículum de Primaria, el borrador, pero ya sabíamos en verano que quitaban la regla de tres, la esfera, el círculo, los diptongos, los números romanos y en cambio hablaban del enfoque socioemocional de las matemáticas, de la perspectiva de género en la geometría y causó estupor que se olviden cosas como la regla de tres, yo la he utilizado tanto en la vida que me parece muy triste que ahora los alumnos la pierdan”.
“En este Gobierno el problema es que el error del día dos hace olvidar el error del día uno”. Cita Ossorio también otros temas “con sectarismo, como reducir las horas de religión, lo rebajan de 350 horas a 210, aunque nosotros ya hemos anunciado que en la Comunidad se van a mantener. También nos preocupa el número de horas de las asignaturas, porque fijan unos mínimos. Por ejemplo, de las 1.200 horas que en la Comunidad de Madrid se dan de Lengua, ellos ponen el mínimo en 800, de las 1.100 horas de Matemáticas reducen a 800. Por tanto, en Madrid no va a pasar, pero en otras comunidades me temo que se reduzcan esos saberes tan importantes”.
Ossorio señala que “otra cosa que quieren unir es ciencias naturales con sociales y nosotros no lo vamos a hacer por la importancia que tienen esas asignaturas”.
Perjudica a la Enseñanza pública
La nueva ley educativa del Gobierno plantea que pasen de curso los estudiantes con suspensos y Ossorio recuerda que “al principio se habló mucho de si la ley perjudicaba a la concertada, pero yo dije desde el principio que a la educación que más perjudica es la pública y a la calidad de la enseñanza”.
“En un mundo tan competitivo y exigente como el actual no se puede lanzar a los alumnos el mensaje de que pasas de curso, aunque suspendas y te vas a la Universidad, aunque tengas un suspenso. Suprimir las recuperaciones es que es una obsesión de rebajar el nivel de calidad sencillamente para hacer una sociedad más aborregada”, afirma.
“El año antes de las elecciones les dan a los jóvenes un bono cultural y no se dan cuenta de que están jugando con ellos, se están riendo de ellos, les están comprando el voto. Lo que quieren es que no haya una juventud crítica que, ante tal despropósito que ha planteado el Gobierno de Pedro Sánchez, no diga, oye, a mí no me tomas el pelo, a mí no me compras el voto por 400 euros. Ellos quieren alguien que coja los 400 euros y vote a Pedro Sánchez”.
Lo más nocivo de la Ley Celáa
En cuanto al Decreto de Promoción y Evaluación apunta Ossorio que “probablemente es lo más nocivo de la Ley Celáa porque va contra la calidad. Lo que dice es que los profesores a la vista de la trayectoria del alumno tomen la decisión de aprobarle o no. Con eso puedes pasar de curso con los suspensos que sean. Nosotros pedimos que las comunidades pudiéramos regular al menos cómo toma el claustro esa decisión y también poner límites a los suspensos con los que se puede pasar, porque eso meta mucha presión al docente, de los padres, de los alumnos”.
Recuerda el consejero de Educación que cuando otros gobiernos socialistas ya intentaron esto, porque estos siempre chocan en la misma piedra, al final tuvieron que poner número de suspensos objetivos con los cuales no se podía pasar, por la presión tremenda que tenían los docentes”.