El calçot es una cebolleta tierna y dulce que se cultiva principalmente en Tarragona. A principios de año es cuando mejor están, más tiernos y jugosos. Por eso es época de calçotadas.
Visitamos la cocina de un restaurante donde preparan esta receta típicamente catalaña. Los calçots se meten tal cual, sin limpiar, en la brasa y se dejan unos cuatro minutos por cada lado.
Una vez cocinados se pelan y se comen directamente, mojados el el complemento imprescindible de este plato, la salsa romesco.