Bendita la hora (o maldita, según gustos o fobias) en la que Martes y 13 asoció de por vida a Encarna, Móstoles y las empanadillas. Porque la empanadilla de Móstoles fue un chiste, nada más. Pero ya que estamos, ¿por qué no convertir a la mítica empanadilla en producto típico? Pues es lo que llevan haciendo varios comerciantes de la localidad del sur de Madrid unos años. Este fin de semana se celebra la IV edición de la Feria de la empanadilla, en la que 16 establecimientos ofrecen su mejor versión del popular aperitivo.