En el tercer turno de la pista central del viernes, el vigente campeón y número dos del mundo, Carlos Alcaraz, entra en escena en el Mutua Madrid Open, el segundo Masters 1.000 que se disputa sobre arcilla, y cuyo éxito pretende revalidar para intensificar el mano a mano con el serbio Novak Djokovic por el número uno del mundo.
La cima de la clasificación de la ATP es uno de los aspectos en cuestión de la cita madrileña. Sin el balcánico, dañado en el codo derecho, ni Rafael Nadal, fuera de circulación casi desde el arranque de curso, la presente edición del torneo madrileño de la Caja Mágica abraza a las nuevas generaciones, las que aspiran a heredar el dominio del conocido como Big Three.
Ninguno de los tres jugadores más laureados de la era actual estará, por primera vez en la historia del torneo, en el evento. El británico Andy Murray, que durante un tiempo compartió, repartió y cuestionó éxitos a esta terna dorada, con dos triunfos en Madrid, forma parte del cartel de la competición. Sin embargo, lastrado físicamente, hace años que la estancia del escocés no va mucho más allá del aspecto nostálgico y de su ambición por competir y salir adelante. De sobrevivir en la pista al lastre con el que convive su cadera.
Al contrario que en las ediciones anteriores, Alcaraz irrumpe en la Caja Mágica como gran atracción, como principal reclamo. Con la vitola de campeón. Debutó hace dos años, invitado por la organización, como gran promesa del tenis español. Ganó un partido, al francés Adrian Mannarino, y perdió frente a Rafael Nadal justo el día que alcanzó la mayoría de edad. Para no olvidar.
Repitió el murciano en el pasado curso como gran revelación de la temporada. Llegó a Madrid con los primeros éxitos en su mochila. Con su primer trofeo Masters 1.000, en Miami, y ya situado en la parte alta del ranking. No se quedó ahí. Superó todas las expectativas. Llegó aún con el factor sorpresa de su lado y salió campeón. Eliminó a Nadal en cuartos de final, a Novak Djokovic en semifinales y a Alexander Zverev en la final. Toda una declaración de intenciones para el futuro. Era ya una realidad.
Vuelve ahora, en 2023, por delante de todos. Como gran sensación, con nueve títulos en su historial, tres en 2023, Buenos Aires, Barcelona y Masters 1.000 de Indian Wells, y ya con su primer Grand Slam bajo el brazo, el Abierto de Estados Unidos que consiguió en septiembre pasado.
"Mi juego no ha cambiado mucho, lo que ha cambiado es que en un año he vivido momentos muy buenos y otros regulares y he cogido experiencia de todos ellos. Del Carlos del año pasado al de ahora solo hay mayor madurez y más experiencia", afirmó al llegar.
Ya ha completado sus primeras prácticas en la Caja Mágica. Ha elegido la pista 12 para su puesta a punto el murciano, que el primer día se entrenó con el búlgaro Grigor Dimitrov y después con el germano Alexander Zverev, con el que puede encontrarse a lo largo del torneo, en la carrera por el triunfo. Sus entrenamientos son reclamos mayores que los de la propia competición. Como pasaba con Nadal, como ocurría con Federer, como contempla Djokovic.
"Físicamente me encuentro bien, al cien por cien y con muchas ganas de empezar", dijo en una comparecencia ante la prensa. "Con el nivel que he mostrado en Barcelona, ganando el título, vengo con mucha confianza", añadió.
Alcaraz iniciará su periplo por el torneo madrileño con el encuentro de segunda ronda frente al finlandés Emil Ruusuvuori, que el miércoles venció al francés Ugo Humbert.
No será nuevo para el murciano el choque con el finés con el que se topó en el Masters 1.000 de Miami de 2021, en la primera ronda. Y perdió Alcaraz, que tiene una nueva oportunidad de iniciar el torneo con una revancha. Es el gran favorito. Del público y de la propia competición.
"No me lo tomo como presión, sino totalmente al revés, como motivación. Me gusta jugar ante tanto público, y más en España, ante mi gente. La intención es disfrutar y hacer disfrutar", aseguró.
"En cada torneo pienso que puedo ganar, pero si no lo hago para mí no sería un fracaso. Solo lo sería por el nivel mostrado, o por la actitud, que para mí es lo más importante. Si de cabeza estoy bien, si pierdo no me lo tomaría como un fracaso", dijo respecto a sus expectativas sobre la tierra de la Caja Mágica.
La hora de Alcaraz será en el tercer turno de la pista central. A las 16.00. Después de un duelo del circuito femenino y del de Stanislas Wawrinka y Andrey Bublev.
Junto al número dos del mundo, gran parte de la armada española saltará a la pista. Como Roberto Carballés ante el alemán Alexander Zverev, Pablo Crreño frente al también germano Oscar Otte, Roberto Bautista frente a Quentin Halys, o el duelo español entre Alejandro Davidovich y Albert Ramos. También Jaume Munar frente al neerlandés Tallon Griekspoor. En el torneo WTA, Nuria Párrizas se mide a la rusa Veronika Kudermetova.
Badosa sobrevive a Cocciaretto
El debut de Paula Badosa estuvo plagado de sobresaltos que terminó por resolver en tres sets (6-3, 4-6 y 6-4), para situarse en la tercera ronda del torneo.
La española consiguió una victoria agónica, en dos horas y media ante una adversaria en repercusión en el circuito femenino que debutó el pasado miércoles en el encuentro de primera ronda ante la checa Barbora Strycova.
Badosa, que cumple su quinta edición en el Mutua Madrid Open con las semifinales que logró en el 2021 como tope hasta ahora, jugará en tercera ronda contra la estadounidense Coco Gauff, sexta favorita, que ganó a la también española Irene Burillo por 6-4 y 6-1.
"Estaba muy nerviosa. Llevaba el partido bien pero se me ha complicado y al final he podido jugar mejor y gracias al público que me ha ayudado mucho he conseguido sacar el partido adelante", dijo Badosa al final del encuentro, en la pista central de la Caja Mágica.