El empate sin goles en Lyon, en la ida de los octavos de final de la Champions, deja sensaciones encontradas en el FC Barcelona.
Por un lado los precedentes le dan como favorito para la vuelta, pero por otro la falta de gol, la sequía de Luis Suárez y las dudas sobre la competitividad del equipo cuando se acerque la hora de la verdad.
Luis Suárez no marca lejos del Camp Nou desde 2015. Anotó el 16 de septiembre de 2015 en el Olímpico de Roma (1-1) y desde entonces acumula 16 partidos seguidos sin marcar cuando el Barça juega de visitante en Europa, 1.510 minutos, más de 25 horas.
Falta de puntería
En los tres últimos partidos, el Barça, un equipo creado para fabricar ocasiones y marcar goles, solo ha conseguido un tanto y fue de penalti ante el Valladolid.
En San Mamés empató sin goles, tuvo 10 ocasiones y remató dos veces a puerta; frente al Valladolid (8/20) y anoche en Lyon firmó un 5/25 con otro 0-0. En total 15 disparos a puerta en 55 remates.