El primer británico en llegar al Real Madrid fue Laurie Cunningham en 1979, primer jugador negro en debutar con la selección inglesa. En cuatro temporadas ganó una Liga y dos Copas, y salió ovacionado del Camp Nou, pero dos graves lesiones frustraron la carrera de un extremo inigualable.
Steve McManaman llegó en 1999 procedente del Liverpool y conquistó ocho títulos, entre ellos dos Champions, y esta volea al Valencia en la Final del año 2000. Jugó 158 partidos y marcó 14 goles en cuatro años.
Uno de los fichajes más mediáticos del Real Madrid galáctico fue David Beckham, que costó 35 millones de euros en 2003. Su excepcional toque de balón le permitió marcar 20 goles y dar 52 asistencias en cuatro temporadas, aunque solo ganó una Liga y una Supercopa.
En 2004 llegarían el delantero Michael Owen, que había sido Balón de Oro tres años antes, y que rindió muy por debajo de lo esperado con 16 goles en 45 partidos; y el central Jonathan Woodgate que sufrió una serie de lesiones que le impidieron debutar en su primer año y en el segundo apenas jugó 14 partidos.
Por último, el rendimiento de Gareth Bale ha sido el más sobresaliente. El galés fichó en 2013 y logró 19 títulos y 106 tantos, incluyendo cinco Champions y goles imborrables en sus ocho temporadas de madridista.