El Clásico dejó en evidencia a dos jugadores del Real Madrid, Marcelo y Bale. Los dos en una baja forma alarmante. El partido contra el Barcelona les dejó señalados y solo de ellos depende volver al nivel que tenían.
Marcelo no logró ante el FC Barcelona cambiar la preocupante línea que ha mostrado en sus últimos partidos y el Barça abusó atacando su zona. Relegado a la Copa del Rey, sufrió en el marcaje a Malcom, incapaz de frenarlo y necesitado de ayudas continuas.
Lento, fuera de forma, no aportó en ataque y sufrió en defensa. Su impotencia la acabó expresando con una patada evitable a Piqué en terreno rival que le costó la cartulina. La caída del lateral brasileño no tiene fin y en el Camp Nou volvió a dejar una imagen muy preocupante.
Gareth Bale cambió el estilo de juego del Real Madrid al ofrecer movimiento y desmarques continuos en ataque, obligando al pase en largo pero sin generar peligro por sí solo.
Tuvo la gran ocasión para dar el triunfo a su equipo a nueve del final, en un balón que le dejó Benzema con todo para marcar pero no optó por chutar con la zurda y perdonó con la derecha.