En muchas ocasiones, en el Camp Nou se ha aprovechado el fútbol para reivindicaciones políticas y otros han estado marcados por la polémica.
La rivalidad en el clásico escribió una triste página en la Supercopa de 1990 cuando Stoichkov pisó al árbitro Urízar Azpitarte.
La crispación de las gradas fue respondida por Hugo Sánchez con un feo gesto y la Policía tuvo que proteger la salida del césped de los madridistas.
En 1997 Roberto Carlos recibió el impacto de un mechero que le provocó una brecha en la cabeza. Dos años después Raúl González mandó callar a la afición culé tras empatar el partido a dos goles.