El triunfo de la Selección femenina de futbol ha puesto en valor el trabajo de otras muchas deportistas que también han conseguido gloria. Ellas empezaron a hacer camino ya en el siglo pasado.
A los primeros trofeos en deportes como el tenis le siguieron medallas olímpicas. Unas victorias que abrieron el camino del éxito del deporte femenino español.
Con cuatro años Lili Alvarez ya patinaba, practicó todo tipo de deportes, pero fue el tenis donde logró los reconocimientos. La primera mujer en jugar y ganar en Roland Garros en 1929 y disputar tres finales consecutivas en Wimbledon. Es la pionera del deporte femenino español.
Homenaje hace tres años a Conchi Sanchez Freire, primera capitana de la selección femenina de futbol española, también ha sido la primera futbolista profesional que pudo vivir de este deporte, pertenece a una generación que aún se conoce como La Clandestina.
Blanca Fernandez Ochoa, con su bronce en Albertville, fue la primera medallista olímpica en los juegos de invierno meses después lo fue la judoca Miriam Blasco en Barcelona 92.
Son solo algunas de las mujeres españolas que abrieron el camino al deporte femenino de nuestro país. Después de ellas otras deportistas se han hecho un hueco en deportes dominados por los hombres.
Laia Sanz se ha convertido en todo un mito forjado en sus campeonatos de trial y enduro y sus participaciones en el Dakar.
Lydia Valentín también ha roto estereotipos compitiendo en halterofilia con tres medallas olímpicas y varios mundiales. El triunfo femenino español también está presente en deportes minoritarios
Carolina Marín es campeona olímpica y mundial, número uno del mundo, a pesar de graves lesiones, ha demostrado que el tesón y esfuerzo femenino no tiene límites.