Rusia puso fin al reinado de España en la Copa Davis a pesar del empeño mostrado por el conjunto de Sergi Bruguera, que intentó sobreponerse a los innumerables contratiempos que sufrió para prolongar su estancia en el torneo.
España, que salió airosa de las penurias por las que atravesó en la anterior edición, no pudo esta vez mantener el tipo en la competición y echó el cierre a su periplo competitivo estancado en la fase de grupos. Fuera de las eliminatorias.
Un sorteo traidor, al lado de la mayor potencia del momento, Rusia, y una serie de fatalidades continuadas, lastraron el intento de la Armada que apuró sus opciones hasta el final.
La inesperada irrupción de Feliciano López, de 40 años, convocado inicialmente para un papel menor, centrado en el dobles pero obligado a un protagonismo con el que no se contaba, no alcanzó para que España continuara en el evento.
España acudió a la cita de la Davis sin Rafael Nadal. Era sabido desde que en agosto decidió poner fin a la temporada por una lesión en el pie. Pero con lo que no se contaba era con la relación de contratiempos que el equipo de Bruguera tuvo que asumir de forma precipitada.
Primero la baja de Roberto Bautista, señalado como número uno del conjunto por la ausencia de Nadal. Una rotura abdominal le dejó fuera del quinteto pocos días antes del arranque de la competición. El capitán tuvo que improvisar y llamó a Albert Ramos.
Pero horas antes del inicio del torneo también se cayó del conjunto el tenista revelación del tenis español. Carlos Alcaraz dio positivo por covid y dijo adiós a su esperado debut en la Copa Davis. Pedro Martínez fue citado por primera vez para formar parte de la selección. No llegó a debutar.
Así las cosas Bruguera tuvo que improvisar. Pablo Carreño fue número uno y confió en la experiencia de Feliciano como número dos. No había mucho más.
España cumplió en su debut. Ante Ecuador. Ganó los tres partidos. Pero Carreño cedió un set y también el dobles que no pudo contar con Feliciano por una indisposición. Otro contratiempo.
Todo estaba en juego frente a Rusia, la gran favorita de la competición. España confiaba en arrebatar algún set a los rusos y hacer cálculos para ser segundo. Pero le quitó un partido. Feliciano inesperadamente ganó a Andrey Rublev, quinto del mundo, y las expectativas de España crecieron. Perdió Carreño con el número dos del circuito, Daniil Medvedev, nada que no estuviera previsto. Y todo quedó en manos del dobles. Por la victoria.
"Puede que haya sido uno de los mejores de mi carrera por lo que significaba. Estar aquí ya era un premio para mí y competir al cinco del mundo un regalo. No ha sido suficiente para clasificar y eso es lo que más me duele. Es cierto que estoy orgulloso de mi esfuerzo y eso me duele. Me veía compitiendo en cuartos de final. Así es el deporte", lamentó Feliciano después de ganar uno de los partidos más importantes de su carrera.
Mientras los cálculos desestabilizaban opciones o realzaban esperanzas España tenía en el triunfo su única posibilidad. No valía otra cosa. Por un momento la hombrada era posible. Feliciano y Granollers ganaron el primer set. Pero Rusia no regala nada. Le bastaba con un set para sobrevivir en el torneo. Y quiso un triunfo que consiguió en tres mangas después de dos horas y media de partido.
Se aferró al Madrid Arena hasta el final pero no fue capaz España de sobrevivir a tanto contratiempo. Dijo adiós el campeón. La Davis tendrá un dominador nuevo.