En el interior del vestuario del Real Madrid brilla la calma y se rebaja la euforia tras el 1-3 ante el Chelsea en el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Otra cosa es la afición madridista, a la que le cuesta contener la euforia. Se ven con este Karim Benzema en la final de la Champions. Incluso se llegan a pedir al Atlético de Madrid en las semifinales.