Quique Sánchez Flores, entrenador del Getafe, declaró que el plan frente al Celta de Vigo lo tienen "simple y claro", aunque admitió que "no será fácil ganar" en Balaídos, y aseguró que tendrán que "luchar hasta el final y si alguien se sorprende es que estaba desconectado".
El Getafe afronta la jornada con 32 puntos, solo tres por encima del descenso, y siendo el único equipo de la categoría que no ha ganado como visitante esta temporada.
"Cuantos más equipos haya implicados en el descenso mejor, que se reparta la suerte y mantenga la categoría quién lo merezca. No creo que sea buena dinámica la de estar pensando en las matemáticas cuando el trabajo a realizar debe ser más puro y más carnal. Solo nos vale lo que pase en el campo y dependemos de nosotros mismos", dijo Quique, en conferencia de prensa.
"Estamos en una situación en la que debemos luchar hasta el final y si alguien se sorprende es que estaba desconectado. Aquí es día a día, una lucha constante. Fuera de casa no regalan nada y tenemos que dar ese paso adelante", confesó Sánchez Flores.
"En mi mente y en la de los jugadores espero que no haya cambiado nada. La mente está enfocada en cada partido, no cabe otro pensamiento. Tenemos que recuperar la energía y responsabilidad que nos llevó a hacer cosas muy importantes", señaló el técnico madrileño, que visita esta jornada al Celta, al que una victoria le daría prácticamente la permanencia.
"Cuando hablamos del rival hablamos del momento que nos encontramos. Hasta la última jornada parecía que se había estancado e hizo el mejor partido del año. Nos acordamos del partido aquí, de lo que nos costó y el daño que nos causó. Es un rival que juega bien y que está construido para jugar bien desde atrás. Apuestan por ese tipo de jugador", manifestó.
"El plan lo tenemos simple y claro y si tenemos dinamismo seremos un equipo a tener en cuenta", apuntó Quique, cuya sensación es que este partido, igual que el resto de los disputados, es "muy importante".
Por último, Quique evitó hablar sobre algunas decisiones arbitrales que quizá hayan podido perjudicar a su equipo en situaciones puntuales de ciertos partidos.
"No quiero pasar líneas rojas. Me llevo bien con el estamento arbitral y en los partidos nos tratamos con mucho respeto. Segundo porque los jugadores son los que salen al terreno de juego y no quiero que les perjudiquen. Siempre hay jugadas de arbitrar y solo pedimos que se revisen con el mismo detalle que las del resto. A nosotros con cerrar un ojo ya están revisadas y a otros hasta que no descubren la jugada no hay final", concluyó Quique Sánchez Flores.