El partido del pasado fin de semana entre el Yébenes y la Escuela Municipal de Fútbol de Aluche de juveniles, encuentro de máxima rivalidad, fue suspendido después de que el árbitro escuchara gritos racistas contra el jugador de color de Los Yébenes, Ibu.
Se da la circunstancia de que el presunto culpable es el padre del entrenador del EMF Aluche, Ángel Propín, quien, lejos de justificar a su progenitor, ha condenado los hechos y ha reconocido que “son intolerables”.
Ha dicho además que su padre está muy arrepentido por lo ocurrido. Eso sí, ha matizado que previamente, Ibu, había “escupido a su padre”.
Propín también ha denunciado que “algunos jugadores de Los Yébenes nos esperaban tras el partido con armas blancas y cinturones con no muy buenas intenciones hacia nosotros” y que “tuvo que protegernos la policía”.
La Real Federación de Fútbol de Madrid condena firmemente los hechos y su presidente, Paco Díez, afirma que ya se ha abierto un expediente informativo y que “las sanciones llegarán”.
Alexandra García, la árbitra que recibió insultos machistas durante un partido juvenil en San Lorenzo de El Escorial, también pide mano dura y aboga porque “se prohíba al responsables acceder a recintos deportivos” durante el tiempo que se estime oportuno.
Telemadrid ha intentado hablar con el jugador insultado y con su familia, pero están asustados por la repercusión de lo ocurrido y no han querido hacer declaraciones.