Las alcachofas de Aranjuez tienen un sabor suave y delicado, con un ligero toque amargo que las hace únicas. Son muy apreciadas por su textura tierna y jugosa, así como por sus propiedades nutricionales.
El cultivo de las alcachofas de Aranjuez se remonta al siglo XVIII, cuando los monarcas españoles comenzaron a fomentar su producción en la zona. Hoy en día, las alcachofas se cultivan principalmente en explotaciones agrícolas familiares como la que hemos visitado en 'Disfruta Madrid'.