Se han vivido momentos de tensión cuando los okupas de una vivienda Lavapiés abandonaban el edificio acompañados por la Policía.
Han salido del inmueble por su propio pie, durante este proceso los vecinos los han increpado en mitad de la calle de camino a los coches patrulla . El okupa se encara ante los insultos y obliga a los agentes a actuar para garantizar el orden.
El matrimonio lleva dos meses ocupando el piso de Pepi ,de 87 años, quien lleva una temporada de viaje en Canadá para visitar a su familia.
Tras el desalojo de la familia de okupas, la Empresa Municipal de Vivienda ha colocado una puerta puerta acorazada como precaución, ya que Pepi no regresa hasta mañana y la casa va a permanecer vacía durante unas horas.
Se justifican con el aparente abandono de la vivienda, "hay dos bombonas de butano en la puerta" afirman y describen que la casa presentaba muestras de dejadez "he llenado yo una habitación para no tirarla, porque luego igual viene esta mujer y si bien esta mujer me voy a quedar muerto de vergüenza".
Insisten en que solo quieren desmontarlos, pero el destrozo es bastante evidente. Fueron las vecinas de Pepi quienes alertaron de que el piso estaba ocupado, son íntimas amigas de la vecina y solo desean una cosa que vuelva la mujer "y se pueda meter en su casa nada más y se encuentre todo, aunque esté desordenado".
El matrimonio se marcha consciente de que han cometido un delito y se justifican así "me metí en su casa creyendo que ella abandonó la casa ". Pepi regresará el jueves junto a su hijo para volver a habitar su vivienda.