Paz y Rogelio pidieron ayuda de manera desesperada. Hace cinco años firmaron el contrato de alquiler de su piso en Mirasierra con su inquilina. Se dedicaba a la osteopatía, tenía consulta y entendieron que sería buena pagadora, pero están viviendo una auténtica pesadilla desde entonces.
Su inquilina no les pagaba la mensualidad. Una situación que ha llevado a Paz a tomar medicación antidepresiva. "Estamos mentalmente sin ilusión, sin ganas. Trabajando horas y horas para tener esto. Pensando en nuestros hijos, los nietos o inclusive nosotros mismos, y ahora fíjate lo que nos ha venido encima", declara Rogelio.
Pero eso no lo es todo, también realquilaba las habitaciones a otras personas. Una situación que se enteró Rogelio cuando fue a arreglarle una avería de la luz. La deuda de alquiler asciende a los 40.000 euros, sin contar las facturas de luz y agua no pagadas, que se han visto obligados a asumir ellos mismos.
Paz y Rogelio pidieron ayuda de manera desesperada al tener durante mucho tiempo a una inquiokupa en su casa ubicada en el barrio madrileño de Mirasierra. La inquiokupa se adueñó de su casa dejándoles sin pagar unos 40.000 euros a los propietarios.
Esta semana este matrimonio ha recibido la noticia que tanto tiempo llevaban esperando. La mujer que había ocupado su casa y que, además, estaba alquilando habitaciones, ha abandonado la vivienda. Paz y Rogelio, por fin, han podido recuperar su casa.