Rodeado de campos de cereales, vides y olivos, los amantes del turismo rural tienen en Valdaracete una parada obligatoria.
Nuestros pasos nos llevan primero a la iglesia de San Juan Bautista. Se cree que su arquitecto fue Juan de Herrera, arquitecto del Escorial, o alguno de sus discípulos. Su construcción comenzó en 1596 y se terminó en 1607.
La agricultura es una de las principales actividades de sus habitantes. Conocemos a Ángel que nos enseña el arte del esparto, actividad que sirvió de sustento durante muchos años a los vecinos de esta localidad.
Terminamos nuestra visita en las casas cueva que presiden lo más alto de Valdaracete. Estas cuevas ayudan a mantener la temperatura media del interior tanto en invierno como en verano a los mismos grados.