Román es desde hace 18 años el churrero de Torrejón de Velasco. Su churrería está abierta desde las 4.30 de la madrugada hasta las 12 de la mañana. “Cuando abrimos las puertas ya hay gente esperando, suelen ser taxistas, camioneros, trabajadores o guardas forestales”, ha dicho.
A sus 55 años, reconoce que abrir este negocio le ha hecho muy feliz. “Yo era ganadero, pero con la crisis porcina tuve que cerrar y abrí con mi mujer la churrería”, ha compartido.
Pero, ¿cuál es el gran secreto de su éxito? Para Román, lo más importante es que el cliente salga satisfecho de su local para que vuelva. Por eso, vende la unidad del churro y de la porra a 25 céntimos. “Hacemos unos 400 churros al día entre semana, pero los fines de semana podemos llegar hasta los 3.000”, ha asegurado.
“Yo me encargo de hacer la masa y de freír los churros y mi mujer se encarga de atender a los clientes”, ha explicado.