En Torrejón de Velasco, entre el valle del río Jarama y la Depresión Prados-Guatén, podemos viajar en el tiempo, a la época del Mioceno. Allí se encuentra uno de los yacimientos más importantes del mundo de ese periodo. Se trata del Cerro de los Batallones. Su excepcionalidad viene dada por la cantidad, calidad y variedad de los restos fósiles de mamíferos, reptiles y aves que se han descubierto.
Un yacimiento paleontológico que ha permitido reconstruir el ecosistema muy diferente al actual que existía en esta región hace unos 9 millones de años aproximadamente. Un tiempo, en que en esas tierras, existía un gran lago de agua dulce que ocupaba la parte central de la cuenca de Madrid y había extensas praderas, gracias a un clima era más cálido y húmedo.
La fauna encontrada corresponde a anfibios , reptiles (tortugas terrestres, lagartos), varias especies de aves mayormente rapaces y diversos grupos de mamíferos como insectívoros, lagomorfos, 5 especies de roedores, carnívoros (11 especies, entre las que destacan por su abundancia los tigres diente de sable).