Otro de nuestros grandes desconocidos es Miguel López de Legazpi. Todo un conquistador. De territorios, no de señoras. Aunque tampoco se le dieron mal. Legazpi fue alcalde de la Ciudad de México y desde allí se embarcó hacia el
Oeste conquistando las islas Filipinas y fundando la ciudad de Manila. Un concepto que a los madrileños nos suena más por lo del mantón. A Legazpi, pobrecico, le dio por morirse allí, en Manila, más pobre que las ratas. Lo más cachondo es que Felipe II le había nombrado Gobernador Vitalicio y Capitán General de Filipinas, con un sueldo de 2000 ducados.
Las Filipinas se llaman así por Felipe II, pero vamos, a poco que se hubieran puesto podrían haberse llamado las Islas Legazpinas perfectamente. No cambiemos nada que los mapas ya están dibujados y es un follón.