Esta casi desconocida ermita es el edificio más antiguo de Madrid y la única ermita mudéjar conservada completa en la ciudad. ¡Está ahí desde el siglo XIII! Piedad González, guía turístico-cultural de “Madrid Distinto”, nos habla de ella.
Bajo el edificio hay un pozo de 13 metros de profundidad, que, según cuenta la leyenda, lo abrió San Isidro Labrador para dar de beber a sus bueyes. Aquí también se dice que tuvo lugar el milagro del lobo. Cuentan que el santo entró
en esta ermita para rezar. Unos niños le dijeron que afuera había un lobo que quería comerse a su burro. San Isidro les dijo: “Id en paz, cúmplase la voluntad de Dios”. Cuando salió, encontró al lobo muerto y al burro vivito y coleando.
Hoy esta joya histórica permanece lejana al ruido de la ciudad. Solo convive con dos vecinos: el cementerio y el solar donde estuvo la famosa cárcel de Carabanchel.