En Carabanchel hay una deliciosa escultura esférica: El buzón de las palabras. Representa la tolerancia y la igualdad. Podéis ver a un niño escribiendo fragmentos de la obra de Michael Ende, La Historia Interminable. Una novela de culto para los que éramos chavales en los 80 y, posteriormente, taquillazo en todos los cines del mundo. El único descontento con la peli fue el propio Ende.
Esta película supuso un antes y un después en los efectos visuales, aunque la mayoría de las escenas se rodaron con marionetas artesanales creadas por Colin Arthur, el artista que realizó estas marionetas y que se instaló en Madrid y
empezó a colaborar con el cine español. Desde aquí, trabajó mano a mano con Amenábar, con Almodóvar, con Stanley Kubrick y con Ridley Scott. Casi ná.
¡De todas sus aportaciones nuestra favorita el programa Televisivo “El Gran Juego de la Oca! Sí. Así son las cosas.