La Vía Láctea era el garito al que iban todos los que querían ser modernos en los años 80. Lo montó Marcos López Artigas para recrear los bares de copas que había visto en Londres y en Nueva York.
Aquí pinchaba gente como Kike Turmix, Diego Manrique o Juan de Pablos, que ponían discos que no había quien pillara en España. La Vía Láctea fue un lugar de referencia de la Movida Madrileña, cuya fecha de lanzamiento fue un 9 de
febrero de 1980, en el “Concierto homenaje a Canito" de la Escuela de Caminos de Madrid.
Aunque el momento cumbre fue el 23 de mayo de 1981. Se organizó, en la Escuela Técnica de Arquitectura, un “Concierto de Primavera". Los alérgicos lo pasaron fatal.
Más de 15.000 personas, y durante más de ocho horas, tocaron Alaska y los Pegamoides, Los Secretos, Nacha Pop y muchos más. Fue nuestro Woodstock cañí.