La que hoy conocemos todos como Plaza de Atocha, se llama en realidad Plaza del emperador Carlos V. Qué le vamos a hacer. La costumbre viene porque Atocha fue su nombre hasta 1941. Carlos V era nieto de los Reyes Católicos por un lado y de Maximiliano de Habsburgo por otro. Hijo de Juana la Loca (no tan loca como os han contado) y de Felipe El Hermoso (tres cuartas partes de lo mismo. No era tan guapo). ¡Fijaos en el pedazo de herencia que le tocaba a Carlos! Los reinos centroeuropeos por una parte y España y todas sus posesiones europeas y americanas por otra.
Para el recuento de reyes españoles era el primer Carlos. Para el recuento de reyes alemanes era el quinto. Lo curioso es que Carlitos usó toda la riqueza de Castilla (O sea, su Carlismo Primero) para financiar sus pretensiones al Sacro imperio germánico (su Carlismo Quinto). ¡Hala, ya lo hemos dicho!