"Detrás de la famosa astenia primaveral está el cambio de hora"
Nuestra farmacéutica de cabecera te cuenta cómo afecta el cambio de hora a nuestro cuerpo
Foto: ARCHIVO |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
El invierno ha quedado atrás y contamos los días para recibir al verano. Este 2021, el cambio de hora de verano se realizará en la noche del sábado 27 al domingo 28 de marzo. Toca adelantar las agujas del reloj, de tal modo que a las 2 serán las 3.
La consecuencia más inmediata es que ese día dormiremos una hora menos y anochecerá una hora más tarde, pero a largo plazo también notaremos sus efectos. Durante la primera semana estaremos más cansancio de lo habitual y, como explica nuestra farmacéutica de cabecera, esto sucede por varios motivos.
Uno de ellos, es que nos cambia el ritmo de la vigilia del sueño “porque cambia la presión ambiental y tenemos más tiempo de luz y de sol”, explica. El organismo necesita adaptarse a ese cambio y realmente “lo que sentimos es la astenia primaveral” que se prodcue precisamente por el cambio de hora, explica la experta.
Por eso es normal tener mal humor, estar más tristes o sentir la falta de apetito: “Estos síntomas suelen durar 15 días porque es el tiempo que necesita el cuerpo para adaptarse a ese cambio de hora”, asegura.
Nuestra experta nos da algunos trucos para que sobrellevemos mejor el cambio de hora, por ejemplo, tomar fresas y fresones nos ayudan evitar el cansancio porque tienen un alto contenido de vitamina C.
También nos cuenta que comer un plátano por la noche nos ayuda a regular el sueño porque esta fruta contiene triptófano. Los aguacates son ricos en potasio y tienen efecto depurativo, así que también vienen bien.
“Con los guisantes evitamos la irritabilidad, el desánimo y la falta de concentración”, añade, y con el chocolate negro tendremos un extra de energía.
¿Será el último cambio de hora?
En circunstancias normales, el de este fin de semana no iba a ser un cambio de hora cualquiera. Marzo de 2021 era la fecha propuesta por la Comisión Europea para que se realizará la modificación definitiva en aquellos países que quisieran quedarse con el horario de verano, después de una consulta pública europea en la que participaron 4,6 millones de personas, de las cuales el 80% se pronunció a favor de suprimir el cambio de hora.
Sin embargo, la agitación política relacionada con el Brexit y la irrupción de la pandemia han hundido estos planes en un mar de burocracia.
La Comisión Europea no ha tomado una decisión firme sobre el asunto argumentando que no podía impulsar el último y definitivo cambio hasta que se realizara una evaluación de su impacto. Los gobiernos de Europa podrían desatascar esta situación, pero por el momento tienen otros problemas que afrontar.