Esta norma permite empezar de cero y cancelar deudas a las personas insolventes
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REDACCIÓN
La mayoría de personas ignoran qué es la Ley de Segunda Oportunidad, una medida equivalente a los procesos concursales y de bancarrota de las empresas, pero pensada para los ciudadanos particulares y autónomos que se encuentran inmersos en deudas de las que no pueden salir.
La Ley de Segunda Oportunidad permite cancelar deudas a las personas físicas insolventes, una medida especialmente importante en épocas de crisis como la que estamos viviendo. Eso sí, para acceder a esta ley hay que cumplir varios requisitos:
No tener antecedentes penales
Haber actuado de buena fe
Tener menos de 5 millones de euros de deuda
Ser incapaz de pagar tus prestamos
La Ley se Segunda Oportunidad fue aprobada en 2015, pero es ahora, con la pandemia del coronavirus, que muchos ciudadanos se han acogido a la norma. Cuando nació la ley, muy pocos abogados llevaban este tipo de casos, y los que lo hacían cobraban 10.000 euros.
Ahora, algunas empresas cobran cantidades muy inferiores, entre 1.500 y 3.600 euros. El proceso suele durar entre 12 y 18 meses, dependiendo de la carga de trabajo de cada juzgado, y puede terminar con dos resultados: acordando con sus acreedores un plan de pagos asumible o consiguiendo que un juzgado cancele todas tus deudas. Esta segunda opción fue la que consiguió Juan Antonio.
Exento de toda deuda
Juan Antonio fundó en 2014 una empresa que da servicio de transformación digital y marketing online. Durante un tiempo, llegó a tener 40 trabajadores y varios años de bonanza, sin embargo el proyecto no termina de funcionar y su negocio se fue a la quiebra.
Mientras tenía su empresa, quiso acceder a negocios más importantes y aumentar la plantilla. Hubo proyectos que se retrasaron y pidió más tiempo a los bancos, pero le dieron la espalda y entró en concurso de acreedores.
Durante el proceso, entró en la lista de morosos y no consiguió ningún préstamo ni financiación, un hecho que le afectaba mucho personalmente. El proceso duró más de 3 años.
Fue entonces, cuando decidió recurrir a la Ley de Segunda Oportunidad, ya que podía demostrar que estaba en un estado de completa insolvencia, y debía al banco casi 200.000 euros.
El juez entendió que Juan Antonio no tenía ningún recurso para pagar esa deuda de ninguna manera y tampoco podía responder con bienes (casa, coche…) y consideró que no había actuado de mala fe.
Ahora, Juan Antonio ha podido empezar de nuevo, gracias a que su “expediente” está limpio y le han sacado de la lista de morosos. Liquidó su anterior empresa y hace tres meses que recibió el perdón de las deudas: “Ahora puedo volver a emprender”.