Con la llegada del frío, la factura de la luz suele dispararse, mucho más en este mes de enero con el precio del suministro por la nubes. Duchas largas de agua caliente, poner más lavadoras de los normal porque entra menos ropa y la calefacción, hacen que los gastos se incrementen.
En Está Pasando te damos algunos consejos para calentar la casa sin que se incrementen tus gastos y que el calor que generamos se escape lo menos posible.
Ventilar la casa
Si algo nos ha enseñado el coronavirus es lo importante que es ventilar los espacios cerrados. No hace falta que tengamos la ventana abierta una hora, con diez minutos es suficiente. Si aprovechamos la incidencia del sol, es mucho mejor.
Cerrar puertas
Unificar el calor es fundamental, así se evita que el frío se disperse por toda la casa. El hábito de cerrar puertas de las habitaciones en las que no estamos genera pequeños aportes de calor en las que sí estamos, proporcionando más confort a nuestro hogar.
Aprovecha la luz del sol
Lo ideal es que en el momento en el que el sol incida sobre la vivienda se tengan todos los huecos cerrados, pero sin ningún tipo de obstáculo que impida que entre la luz al interior, tales como persianas o cortinas.
En cambio, cuando el sol se opone, el proceso es a la inversa: cerrar cortinas y bajar persianas para evitar que el calor se esfume.
La cinta adhesiva, una aliada
Un remedio muy económico y que podemos encontrar en cualquier ferretería es la cinta adhesiva aislante, podemos usarla para tapar aquellas fisuras existentes en puertas, ventanas y rendijas y evitar que entre corriente.
Alfombras mágicas
Las alfombras, sin ser aislantes, hacen que se conserve la temperatura. El suelo ideal para combatir el frío es el parqué o la moqueta, más confortables y calientes que los pavimentos de gres o cerámica.