Vivimos inmersos en un ambiente que llamamos obesogénico, donde la comida, sobre todo la más calórica, está al alcance de la mano y es barata, y la actividad física se ha reducido al disponer de menos zonas al aire libre para jugar.
Esto unido a una cierta predisposición genética, es clave, apunta la endocrinóloga pediátrica del grupo HM Montepríncipe Amparo Rodríguez, para que uno de cada tres niños madrileños sufra obesidad o sobrepeso. En Fórmula Salud asegura que “la etapa preescolar y la adolescencia son edades en las que fisiológicamente se produce un mayor acúmulo de grasa
“El mejor tratamiento del niño obeso es sin fármacos, comer bien y hacer ejercicio”
“Hay tres momentos críticos para evitar la obesidad infantil: antes de nacer, en el primer año de vida y entre los 4 y 5 años”