Gente Maravillosa es un programa que reconoce la valentía de madrileños anónimos que luchan contra las injusticias que recreamos en cámaras ocultas de denuncia social. Cada semana, un famoso será también protagonista de las cámaras ocultas de Toñi Moreno.
Las cámaras ocultas de Gente Maravillosa viajan por la Comunidad de Madrid para encontrar a madrileños anónimos que no se callen ante las injusticias. Cualquiera puede convertirse en el protagonista de Gente Maravillosa y los madrileños pueden encontrarse nuestras cámaras en cualquier lugar.
Hasta ahora, los actos solidarios, valientes y desinteresados, pero anónimos, era raro que encontraran un hueco en la televisión. Ahora seremos nosotros quienes convertiremos en auténticos protagonistas a estos pequeños héroes madrileños.
Edurne nos demostrará en Gente Maravillosa que es precisamente eso, una persona maravillosa y muy especial. Las cámaras ocultas del programa la grabaron ayudando a una persona mayor a la que su cuidadora estaba maltratando.
Una cámara oculta en la que hemos recreado una situación que ocurre a menudo a muchas personas mayores: son maltratados y engañados por sus cuidadores. Lamentablemente, las familias no suelen tener conocimiento alguno de este trato que sus mayores están recibiendo por parte de las personas a las que han confiado su cuidado.
También estaremos con Carmen Lomana, que no dudará ni un segundo en defender a una chica que estaba siendo discriminada por su aspecto físico.
Daniela tiene un angioma cavernoso visible de nacimiento en la parte izquierda de la cara. Este iba a ser su primer día de trabajo, pero cuando la encargada le ha visto la mancha, no ha querido contratarla. ¿Cuál será la reacción de Carmen Lomana ante esta injusticia?
Además, también hemos querido denunciar la violencia en el deporte, un problema que sigue existiendo en nuestro país y que, lamentablemente, se produce con mucha frecuencia en los campos de fútbol. En la mayoría de los casos, son los propios padres los que adoptan comportamientos violentos sobre los árbitros, los entrenadores o, incluso, sobre los propios hijos.