Conocemos a madrileños que no dudan ni un momento en dar la cara por lo que consideran justo
El presentador será testigo de una estafa y no dudará en intervenir para evitarla
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Gente Maravillosa es un programa que reconoce la valentía de madrileños anónimos que luchan contra las injusticias que recreamos en cámaras ocultas de denuncia social. Cada semana, un famoso será también protagonista de las cámaras ocultas de Toñi Moreno.
Las cámaras ocultas de Gente Maravillosa viajan por la Comunidad de Madrid para encontrar a madrileños anónimos que no se callen ante las injusticias. Cualquiera puede convertirse en el protagonista de Gente Maravillosa y los madrileños pueden encontrarse nuestras cámaras en cualquier lugar.
Hasta ahora, los actos solidarios, valientes y desinteresados, pero anónimos, era raro que encontraran un hueco en la televisión. Ahora seremos nosotros quienes convertiremos en auténticos protagonistas a estos pequeños héroes madrileños.
El presentador Quico Taronjí nos demostrará en Gente maravillosa que es precisamente eso, una persona maravillosa y muy especial. Las cámaras ocultas del programa le grabaron defendiendo a una señora que estaba siendo víctima de una estafa.
Un falso revisor de la luz intentaba embaucar a una señora mayor y, con engaños y argucias trataba de que la señora le diera dinero en efectivo.
Conoceremos a Damián Alcolea, un activista, actor y escritor que padece un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). En numerosas ocasiones ha tenido que enfrentarse a los prejuicios que la sociedad tiene hacia las personas que padecen una enfermedad mental.
Para visibilizar y denunciar esta discriminación hemos preparado una cámara oculta en la que un camarero no querrá trabajar junto a una persona que tenga una enfermedad mental.
También viviremos la triste situación que viven muchas mascotas: el abandono. Para acabar con este sufrimiento de las mascotas no deseadas, se ha aprobado una nueva ley de protección animal en la que la consideración de los animales ha cambiado: ya no se consideran cosas, sino miembros de la familia.
En la situación que planteamos, la supuesta dueña del perro se quejará a su madre por tener que cuidar del animal y, ante las quejas, la supuesta madre le animará a abandonar al perro.