Tamara Falcó ha acudido a la Fashion Week vestida con un traje de chaqueta rojo, pero sin rastro de su alianza de casada. Este es su primer acto público tras su boda y después de haber sido vista junto a Íñigo visitar una clínica de fertilidad.
La marquesa de Griñón y el empresario que se estaba aplicando la influencer: “Se llama naprotecnología. Es como un traje a medida para una mujer. No hay ningún problema, es para ir adelantando, pero al ser un método natural, pues tarda mucho tiempo”. Además, la influencer ha confirmado que ella prefiere una niña, aunque el primer objetivo es llegar al embarazo: “Una chica estaría bien. Ojalá primero me quede embarazada. Ya luego pensaré en nombres”.
Tamara Falcó también ha tenido bonitas palabras para hablar de su marido, Iñigo Onieva: “Está muy pendiente de mí, me anima a hacer cosas, como ir a bucear con tiburones. Yo por amor lo hago y después de hacerlo me alegro mucho.
La hija de Isabel Preysler se mudará en las próximas semanas, junto a Onieva, al lujoso ático de 160 metros cuadrados valorado en un millón y medio de euros que se compró en plena pandemia. Un piso diseñado completamente por ella: Ha quedado preciosa y estoy deseando mudarme. Aún faltan cositas, pero estamos en ello.
Además, vivirá cerca de su madre, Isabel Preysler: “La primera vez que está soltera en 18 años. ¡Está encantada! Está haciendo su plan... a su ritmo”, asegura la hija de la reina de corazones.