De pequeña no tuvo la oportunidad de ser escolarizada, por lo que no tuvo cómo aprender a algo tan sencillo como a leer y a escribir. Sin embargo, Elena nunca se ha rendido y esta vez no iba a ser menos.
De la mano de sus nietas, poco a poco empezó a unir vocales para llegar a redactar extensas oraciones. Elena García ha demostrado que todo es posible y que nunca es tarde para luchar por los sueños. Ejemplo de superación.