Quiro es un mastín de 10 años y Sofía, voluntaria del refugio donde está este perro, asegura que se lo encontró en una situación crítica: “A Quiro le tenían en una habitación aislada prácticamente a oscuras durante todo el día. Le llevé al veterinario porque tenía unos cortes en el cuello que no paraban de supurar”.
Sofía se encariñó con él y pidió permiso al dueño para llevárselo a casa durante una semana. El animal tenía problemas en la piel, una otitis que solo tiene cura a través de una cirugía y signos de desnutrición: “Le pesaron y dieron con una delgadez severa”, asegura Sofía.
La voluntaria pidió ayuda, recaudó 2.000 euros y, además le buscó una familia. Estas decisiones no gustaron al dueño del santuario que decidió paralizar la operación de Quiro. Sofía ha decidido poner el caso en manos de la justicia.
Según un abogado al que ha podido consultar el equipo de Juntos, estos hechos denunciados pueden ser constitutivos de un delito de maltrato animal. Por su parte, desde el refugio consideran que el animal está en las mejores condiciones y no entienden la actitud de esta voluntaria.