Estás a punto de meterte en la cama y de repente se pone comienza una tormenta. ¡Qué suerte! porque está demostrado que cuando llueve, las personas dormimos mejor.
Pero no solo es por ese sonido relajante del agua cayendo sino que también la lluvia remueve y reduce el oxígeno de la atmósfera.
"Además, las nubes hacen que se oscurezca todo y que nuestro cuerpo genere más melatonina, que ya sabemos que es muy buena para conciliar el sueño", nos ha contado Mario Picazo.
Por otro lado, las gotas general fricción con el aire al pasar por la atmósfera generando iones negativos, muy buenos para el sistema circulatorio, y para todo el cuerpo en general.
Pero no todos los tipos de lluvia sirven ya que la mejor es la que cae de forma fina y constante, generando unas condiciones ambientales y sonoras perfectas para dormir profundamente.