El secreto mejor guardado de la mansión de José Luis Moreno al descubierto
Una habitación secreta completamente acorazada que guardaría en su interior información muy importante
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Redacción
11.114 metros cuadrados, dos piscinas, una pista de pádel, una pista de tenis de tierra batida, un amplio gimnasio, instalaciones del más exquisito lujo…
Pero, además de todo esto, José Luis Moreno tenía en su casa el cuarto de los secretos, una habitación blindada que guardaría en su interior vídeos de gente importante en momentos comprometidos, a parte de dinero y documentación importante.
Tal y como relata una persona cercana el productor, el propio Moreno presumiría constantemente de lo que esa habitación guardaba en su interior: “Decía continuamente que tenía acceso a gente muy poderosa y que tenía grabaciones de gente importante que había pasado por su casa en las que se les veía en situaciones comprometidas”.
Además, entre estas paredes, a parte del ventrílocuo y su séquito, según El Confidencial, viviría también el modelo Martin Chemeste,’ recurrente cara en las producciones de Moreno y que también sería su escolta y su pareja sentimental.
En ‘Juntos’ hemos hablado con el periodista José María Olmo que tiene más información acerca de esta habitación secreta.
“Se puede entender que en una casa como esa y una persona con tanto patrimonio después de años de trabajo pueda tener una caja fuerte, pero en este caso se trata de una habitación entera, completamente blindada, que se encontraba en la zona del sótano”, afirma Olmo.
Esta gran sala estaba protegida por una puerta blindada que se desbloqueaba con un código numérico y por la que se puede andar de pie perfectamente.
En su interior guardaba, según la gente de su entorno y tal y como nos ha detallado el peridista, esos famosos vídeos en los que “tenía grabadas a las personas que iban a sus fiestas”.
“Él, durante muchos años dio muchas fiestas en su casa, cenas y bailes que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada”, ha añadido José María Olmo.