"Fue una prueba de fuego, nunca mejor dicho". Quién así se refiere al incendio registrado a finales de julio en su localidad es la alcaldesa de Cadalso de los Vidrios, Verónica Muñoz, que vivió aquellas horas con verdadero agobio. "En las primeras horas, pensábamos que el pueblo se quemaba por los cuatro costados", afirma.
Luego todos se unieron contra el fuego. Lo ratifica la alcaldesa de San Martín de Valdiglesias, Mercedes Zarzalejo, quien recuerda que el papel de su pueblo fue muy diferente. "Fue un papel solidario, de dar acogida los vecinos de Cadalso que ocuparon uno de sus pabellones tras ser desalojados de sus viviendas a causa del fuego. "Dándoles todo lo que teníamos, porque en las primeras horas, ni agua teníamos", recuerda Zarzalejo,"pero el pueblo se volcó y cada uno llevó lo que tenía en casa para dar acogida y cobertura a los cadalseños".
Ambas han sido entrevistas por Nieves Herrero en un especial de Madrid Directo emitido desde Cadalso de los Vidrios.
"Cada alcalde lucha por lo suyo, que es su pueblo, pero en esos días todos teníamos un objetivo común que era la lucha contra el fuego". Mercedes Zarzalejo recuerda aún con un escalofrío cuando escuchó a algún bombero decir que "como el fuego pase la Granjilla no lo paramos hasta el Alberche". Afortunadamente, eso no pasó y el fuego no llegó a la Granjilla.
Y ahora, como asegura Verónica Muñoz, alcaldesa de Cadalso de los Vidrios toca "marear a la Comunidad de Madrid y volverles locos, pero también al Consejo de Ministros de la Nación que tiene que ponerse las pilas y paliar ahora aquello que no fue capaz de paliar, porque este fuego se originó en Castilla-La Mancha y hubo una deficiente coordinación".
Aunque los efectos del incendio que calcinó casi 3.300 hectáreas y sus efectos están omnipresentes sobre el terreno,lo importante es que "la vida sigue en verde", como dice el director general de Biodiversidad y recursos naturales de la Comunidad de Madrid, Luis del Olmo.