Amenazas y violencia, las trabas para abandonar una banda en Madrid tras años de crímenes
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REDACCIÓN
Tras la publicación del II Observatorio de Bandas Latinas en la Comunidad de Madrid realizado por el Centro de Ayuda Cristiano, en el que se han publicado datos de las cantidades y edades de los miembros de las principales bandas de la región, se continúan sufriendo agresiones violentas por parte de estas organizaciones criminales. Este mismo viernes se han detenido a cuatro miembros de la banda 'Bloods' por agredir sexualmente a una menor.
2.500 pandilleros, 500 de ellos niños de entre 11 y 13 años
Los datos indican que la mayor parte de los integrantes de estas bandas continúan siendo menores. En Madrid Directo hemos tenido la oportunidad de conocer la historia de dos exmiembros de dos de las bandas más presentes en la Comunidad: los Latin Kings y los Trinitarios. Son Rafael y El Mati, y su primera experiencia con las bandas fueron las pruebas para entrar en ellas, en las que tuvieron que apuñalar a uno de una banda contraria.
Abandonar este tipo de vida sale caro. Ambos han tenido que pagar para desligarse del crimen y las amenazas. Rafael llegó a ser rey de los Latin King, banda a la que perteneció 15 años. El Mati estuvo 8 siendo 'tesorero' de los Trinitarios. Varias veces estuvieron a prisión por violencia y posesión de armas, pero casualmente estar en prisión hace que "subas de categoría" dentro de la organización.
Confiesan que haber pertenecido a estas bandas ha perjudicado enormemente su relación familiar. Una de las razones principales era porque su círculo más cercano también le salpicaba la violencia o, sino, las amenazas de las bandas, propias o ajenas. Esto les obligaba a ir armados con cuchillos, navajas y cinturones afilados, entre otros.
¿Es fácil salir de una banda?
Según cuentan, después de vivir entre tanta violencia uno busca poder rehacer una vida nueva, pero es la misma banda la que te lo impide por conocer demasiado de la organización. Hasta que se dan cuenta de que no eres amenaza, pudiendo llegar a amenazar a su familia, no permiten desligarse de la organización con una condición: pagar una gran cantidad de dinero durante 3 años, cantidad que ambos exmiembros prefieren no quiere decir.
Hoy ambos tienen un trabajo, familia y viven más felices. Antes, cuentan, tenían que fumar una gran cantidad de marihuana para poder dormir.