Se conoce como 'la epidemia de pinchazos' y se trata del último método para anular la voluntad a jóvenes en las discotecas. Las víctimas son mujeres a las que los delincuentes inyectan la droga en su cuerpo sin que apenas se percaten.
Ya hay varias jóvenes que han denunciado este tipo de sumisión química mediante un pinchazo. Hablamos con Juan Luis Galiacho, director del 'Cierre Digital', donde han contactado con varias víctimas que lo han sufrido.
Galiacho nos cuenta que hablaron con una chica que fue sometida a este método de sumisión en Alcorcón. Al parecer, cuando fue a denunciar los hechos la dijeron que ya se había producido en otros lugares del mismo municipio.
Se trata de un método que viene de Francia, desde la discoteca Bataclan, lugar donde se produjo el atentado terrorista en París en el año 2015. Posteriormente, se extendió a Reino Unido. "Parece ser que con toda la llegada del turismo francés aquí a Madrid en post-pandemia fue cuando se puso de moda", declara Galiacho.
También se han dado casos de este método de sumisión química en Pamplona durante San Fermín. "Aquí en España todavía no se ha producido ningún tipo de abuso sexual, sino simplemente robo", cuenta el periodista.
Según nos cuenta Juan Luis Galiacho, se siente un pinchazo en la pierna o brazo y a los quince minutos aproximadamente sufrimos náuseas, mareos o pérdida del equilibrio. "No sueles perder ni lo que es la memoria ni siquiera el habla, pero sí te encuentras mareado porque se trata de un anestésico".
Galiacho asegura que en el momento que creamos estar siendo víctimas acudamos rápidamente a un hospital para que nos apliquen el protocolo de sumisión química. "Normalmente lo que inyectan es éxtasis líquido, una sustancia que se va muy rápido en sangre".