Los vecinos y hosteleros de la calle Trujillos están muy enfadados. Desde hace unos días han iniciado unas obras en un edificio y denuncian que la inmensa polvareda que generan y los escombros que lanzan por la ventana, sin ningún tipo de control, les está espantando a la clientela.
Los hosteleros de la zona nos cuentan que la gente que pasa por allí ve que está llena de polvo y que no pasan por la calle, directamente. Por ello, piden que se tomen medidas urgentes al respecto. En el edificio donde se están realizando las obras, están construyendo apartamentos turísticos.
A Ramón le han colocado justo el contenedor de escombros en la puerta de su establecimiento. Nos cuenta que tiene que fregar el suelo de 12 a 15 veces al día por la acumulación de polvo. “Además con esto del Covid que hay que tener ventilación, no puedo cerrar la ventana ni la puerta”.
A su vez, Nicolás nos dice que llevan dos meses sufriendo las consecuencias de las obras y que ha pasado de vender unos 4.000 euros al día a 500 porque la gente ya no se sienta en su bar. “Un día te cortan la televisión, otro día te cortan el agua, otro día te rompen la chimenea, te tiran los escombros por la ventana”. Asimismo, afirma que ha habido gente que ha comido el primer plato y el segundo no lo ha querido por el ruido que había.
Un equipo de Madrid Directo habla con los obreros, quienes nos dicen que han acudido hasta la zona la policía en varias ocasiones y que les han dado el permiso y declarado que cumplen a la perfección con las reglas.