El próximo lunes, 3 de octubre, la Comunidad de Madrid podría comenzar las obras de construcción del marcroparking del Hospital Niño Jesús. Por este motivo, vecinos de Retiro y alumnos de la Escuela Aguirre, a quienes les afectará directamente esta propuesta, han salido a la calle para frenarlo.
Las entidades convocantes cuentan con el apoyo de numerosos colectivos sociales y culturales, entre los que se encuentran la FRAVM, la asociación vecinal Sol y Barrio de las Letras, la asociación vecinal Los Pinos de Retiro Sur, AMPAS de diversos centros educativos, Ecologistas en Acción Madrid, Greenpeace Madrid, la Asociación Amigos del Retiro, Pedalibre y Madrid Ciudadanía y Patrimonio.
"Estamos en contra del macroparking porque traerá prejuicio para la salud, porque traerá más coches, más ruido y más humo a toda la zona y va a afectar a todo el vecindario y va a afectar a todos los colindantes. Además, no se necesita porque ahora mismo hay aparcamiento para los servicios de urgencias. Lo que ocurre es que el Consejero de Sanidad, al permitir la instalación de una escuela privada en el aparcamiento de urgencias, ha creado la necesidad de más plazas de aparcamiento", nos cuenta José María, uno de los vecinos afectados.
Los vecinos de la zona están en contra porque estas obras supondrían la posibilidad de que el Paisaje de la Luz pierda el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad, más tráfico, ruidos y ocio nocturno. De hecho, han recogido un total de 9.000 firmas para intentar paralizar las obras.
"Es un despropósito, está totalmente desproporcionado. Las familias del barrio llevamos mucho tiempo reclamando mejoras para el hospital, pero 800 plazas de parking no es una mejora para el hospital, eso no lo necesitamos ni de lejos. Va a ser un foco de contaminación, un foco de ruido, de tráfico", añade Alicia, madre de un alumno del colegio afectado.
Además, aseguran que tampoco se han realizado los estudios ambientales que la magnitud de la obra requiere. Por todo ello, los vecinos aseguran sentirse abandonados por las autoridades que deben velar por el patrimonio y han permitido la degradación, en los últimos años, de los jardines con coches aparcados, edificios y ocupaciones ilegales.