Frente al hospital Gregorio Marañón, un solar permanece vallado desde hace una década, ocupado por un asentamiento chabolista que pocos transeúntes imaginarían detrás de sus cercas metálicas. La parcela lleva años en el olvido, a pesar de las denuncias y promesas de desalojo.
En 2017, la Consejería de Políticas Sociales y Familia denunció la situación, y en junio de este año se anunció que se retomarían las gestiones para liberar el terreno. Sin embargo, han pasado seis meses desde ese anuncio y nada ha cambiado.
Entre los habitantes se encuentra Mariano, quien se dedica a recoger chatarra o hacer de aparcacoches en la zona. "Aquí no hay basura acumulada, y nunca he tenido problemas con nadie", asegura.
Una vecina del barrio de toda la vida, confirma esta versión. Sin embargo, el estado del solar y su cercanía a puntos clave, como la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz y el hospital, despiertan preocupación en otros residentes.
La parcela, ubicada entre las calles Doctor Esquerdo y O’Donnell, pertenece a la Consejería de Políticas Sociales y de Familia y fue donada hace años con el propósito de destinarla a un uso social o sanitario. Sin embargo, el terreno sigue siendo un espacio desatendido.