Son mujeres, son mayores y quieren lanzarle un mensaje de igualdad a las y los jóvenes para que rompan techos de cristal.
Estas mayores de la residencia de Ballesol, en Pozuelo, se caracterizan de futbolistas, de abogadas, de policías o militares para reivindicar la igualdad de género por el 8M.
“Tenía un trabajo fuera de casa, en el campo y cuando llegaba a casa tenía que ponerme a limpiar también”, afirma una de ellas.
Se han puesto los trajes y uniformes de profesiones en las que las mujeres han estado menos visibilizadas durante gran parte de la historia.