Otras 14 familias de San Fernando de Henares deben dejar sus viviendas sin saber dónde ir
- Desde la Plataforma de Afectados por la Línea 7B de Metro han convocado una manifestación
A unos días de dejar sus casas, 14 familias de la calle Pablo de Olavide de San Fernando de Henares deben desalojar sus viviendas sin saber dónde van a ir. Por ello, desde la Plataforma de Afectados por la Línea 7B de Metro han convocado una manifestación.
La marcha ha recorrido la ciudad desde la calle Somorrostro hasta la céntrica Plaza de España en protesta por 'las soluciones que no llegan'. Alejandro Escribano, portavoz de los vecinos de la calle Pablo de Olavide afectados por Metro, declara que se sienten olvidados.
De las 14 familias afectadas, 13 deben seguir pagando su hipoteca. "Nos confinan en apartahoteles en los que tienen 60 metros en los que no se puede vivir, que están hechos para vivir una semana, dos semanas como mucho, de vacaciones, y quieren meter a familias enteras allí durante un año. Es insostenible esto que estamos pasando".
Los afectados por el metro de San Fernando protestan por "la falta de alternativas dignas de vivienda"
Piden que, si al menos tienen que alquilar una casa, les den ciertas garantías. "Nosotros lo que no podemos hacer es arriesgarnos a firmar unos contratos de alquiler sin saber cuánto dura el contrato de emergencia porque entonces la administración y la empresa no se hace responsable del alquiler que resta ese contrato".
"Esto es un barrio de trabajadores normal y corriente con familias que viven con sus abuelos, con sus padres, y tenemos un problema grave porque no se está atendiendo realmente como se necesita. Es insostenible esta situación, es imposible".
Marciala, una de las vecinas más ilustres de la zona, cumplía 95 años en un apartahotel, fuera de su casa, de su vivienda de toda la vida. No se imaginaba llegar a esta situación con su edad y no está siendo nada fácil para ella.
"Está un poco en tratamiento porque le ha quitado el sueño, está muy desorientada, nada más que piensa en su casa con 95 años, que qué ha hecho ella en la vida para que se la quiten", nos cuenta su hija Rosi. A pesar de todo, Marciala dice que la pena se le pasa con la compañía constante que recibe de los vecinos.
"Yo me encuentro con un vecino y para mí como si fuera un hijo o un primo"
A Marciala se le está haciendo esta situación un poco cuesta arriba después de seis meses. "Si nosotros estamos un poco cansados, lógicamente ella podría estarlo más, pero no lo demuestra", nos cuenta un vecino.
Un equipo de Madrid Directo ha decidido llevarla una tarta para que sople las velas de sus recién cumplidos 95 años y, antes de hacerlo, ha pedido un deseo: "Que nos den el piso cuanto antes mejor a todos, es lo único que he pensado".
