Los vecinos de las urbanizaciones El Mirador y la Cerca, en Collado Villalba, están atemorizados por dos dobermans agresivos que se encuentran en una parcela cercana.
Ha habido 4 casos de agresiones por parte de estos perros a otros perros e incluso, en alguna ocasión, a personas. Los vecinos temen que esto vaya a más y que pueda pasar algo más grave.
Testimonio de los afectados
Maya, es la perrita de Carmen, una vecina de esta zona. Estaban paseando cuando estos perros la mordieron. “La tuvieron que operar y dar puntos”, cuenta muy afectada. Asimismo, asegura que es una falta de respeto a la ley. “Los perros no pueden dormir en un jardín ni estar sueltos sin la supervisión del dueño”, cuenta.
También denuncian que el vallado en el que están encerrados no cumple la normativa y los perros sacan la cabeza e incluso se escapan por diversos agujeros.
Además, según el relato de los vecinos, se encuentran todo el día solos, ladrando y llorando "hasta que se quedan roncos’’, afirman. Estos ladridos molestan constantemente a las viviendas de alrededor que ya están recogiendo firmas y que han presentado las correspondientes denuncias. Aun así, no consiguen solución.
El dueño de la finca, por otra parte, asegura que los perros no salen de la finca y tan solo "sacan la cabeza”, explica. Además, cuenta que su propósito es construir un muro.
Desde el Ayuntamiento aseguran que han enviado a la Policía Local a comprobar las condiciones en las que están esos perros y que han abierto un expediente para estudiar posibes acciones.
No es la primera vez que esta raza de perros son noticia por una agresión. Cada vez que se produce un ataque de esta índole, vuelven a surgir las dudas sobre la responsabilidad de los dueños.
No hay razas peligrosas, sino conductas educativas inadecuadas
El Centro de Protección Animal (CPA) de Madrid tiene una capacidad de 200 plazas para perros y actualmente un 80% de su ocupación es por perros potencialmente peligrosos. El 75% son abandonados y solo el 5% restante ingresaron en el contexto de algún tipo de agresión, según datos de la Policía Municipal.
La moda de los perros potencialmente peligrosos y la cría ilegal han provocado que durante el año 2019 exista un registro de 4.875 perros en Madrid, frente a los 277 del año 2002.
El CPA es el encargado de registrar a los PPP de Madrid y los distritos con más presencia son Puente de Vallecas, Carabanchel y Latina con 646, 491 y 453 animales de este tipo, respectivamente. Pocos quieren adoptarlos y cada vez llegan más.
La ley impide el sacrificio de estos animales si no hay una causa justificada. En el CPA trabajan con estos canes para reeducarlos y así poder entregarlos con seguridad a su nuevo propietario. Además, hay una labor de voluntarios para que los perros disfruten de un paseo diario, y evitar así que contraigan estrés crónico.