Hablamos con Fran Sabal, nutricionista experta en Nutrición Emocional, sobre cómo afecta el estrés a todo nuestro organismo y más concretamente a nuestro sistema digestivo.
Cuando tenemos altos grados de estrés, nuestra microbiota intestinal, las bacterias que permiten el buen funcionamiento del intestino, se altera negativamente, lo que afecta a neurotransmisores esenciales como la serotina, dopamina y el GABA, fundamentales para la relajación y disminución de la ansiedad.
La hinchazón, el estreñimiento, la diarrea, los estados de ánimos más bajos, el sueño, la falta de concentración, la dificultad para dormir, el aumento de ansiedad y los dolores de cabeza son algunos de los síntomas que podemos sufrir directamente cuando funcional mal nuestro sistema digestivo.
Para que esto no suceda, el nutricionista nos recomienda realizar actividades de relajación, llevar una alimentación saludable y natural, realizar actividades físicas y, en caso de ser necesario, la suplementación de prebióticos, probióticos, vitaminas y minerales.