En el Parque de Nara viven 1.200 ciervos en libertad que, según la religión sintoísta, son mensajeros de los dioses. Visitar los ciervos para darles galletas de arroz es una de las atracciones favoritas de los turistas, y aquí nos hemos encontrado con muchos de ellos.
Los ciervos son de lo más educados, y cuando alguien les da una galleta de arroz ellos hacen una reverencia. En el parque también se encuentra el templo Todaji, construido en el siglo VIII y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1998.